El libro de Proverbios está lleno de enseñanzas acerca de cómo debemos comportarnos con respecto a nuestro hablar (la lengua). Aquí pueden leer algunos de ellos.
El que mucho habla, mucho yerra; callar a tiempo es de sabios. Prov. 10:19 (VP).
El imprudente habla mal de su amigo; el prudente guarda silencio. Prov. 11:12 (VP).
Cada uno recoge el fruto de lo que dice y recibe el pago de lo que hace. Prov. 12:14 (VP).
Hay quienes hieren con sus palabras, pero hablan los sabios y dan el alivio. Prov. 12:18 (VP).
Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho se arruina solo. Prov. 13:3 (VP).
De todo esfuerzo se saca provecho; del mucho hablar, solo miseria. Prov. 14:23 (VP).
La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más. Prov. 15:1 (VP).
La lengua amable es un árbol de vida; la lengua perversa hace daño al espíritu. Prov. 15:4 (VP).
¡Qué grato es hallar la respuesta apropiada, y aún más cuando es oportuna!. Prov. 15:23 (VP).
El hombre justo piensa lo que ha de responder, pero el malvado lanza maldad por la boca. Prov. 15:28 (VP).
Al que piensa sabiamente, se le llama inteligente; las palabras amables convencen mejor. Prov. 16:21 (VP).
El que piensa sabiamente, se sabe expresar, y sus palabras convencen mejor. Prov. 16:23 (VP).
Es de sabios hablar pocos, y de inteligentes mantener la calma. Prov. 17:27 (VP).
Hasta el necio pasa por sabio e inteligente cuando se calla y guarda silencio. Prov. 17:28 (VP).
Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras. Prov. 18:20 (VP).
La vida y la muerte dependen de la lengua; los que hablan mucho sufrirán las consecuencias. Prov. 18:21 (VP).
El que tiene cuidado de lo que dice nunca se mete en aprietos. Prov. 21:23 (VP).
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